Situada junto al mar en Begur, Finca Victoria es un lugar donde el patrimonio, el diseño y el espíritu mediterráneo se funden en armonía natural. Una casa histórica que se mantiene fiel a sus orígenes, pero que ofrece lujosas comodidades como una zona wellness y dos espacios gastronómicos dirigidos por el chef Jordi Vilà, galardonado con una estrella Michelin.
Situado en un complejo turístico a un paso de una de las playas más impresionantes de la Costa Brava catalana, el hotel Finca Victoria, de reciente apertura, es un refugio mediterráneo atemporal con vistas panorámicas a las islas Medes. Construida originalmente en los años 60 como residencia privada donde se reunían artistas, políticos y visionarios, hoy, bajo el cuidado de dos familias catalanas lideradas por la matriarca Victoria, la finca se mantiene fiel a sus orígenes, encapsulando la calidez, belleza y misticismo de su nombre. Al igual que la histórica casa, la Costa Brava fue antaño un lugar de fiestas repleto de celebraciones; pero ahora se está convirtiendo en un destino para desconectar y reconectar, para descubrir la belleza natural de la región y sus mágicos pueblos.
Preservando el espíritu original de la casa, una meticulosa restauración llevada a cabo por GCA Architects ha conservado elementos históricos como la escala original, las barandillas de hierro y el revestimiento de hierro. Estos elementos se combinan con un concepto de diseño interior centrado en adiciones contemporáneas y muebles hechos a medida. El resultado es un edificio de piedra y mortero que evoca las grandes masías de Cadaqués y Llafranc, y que ahora se integra armoniosamente con nuevas paredes de estuco, suelos de cerámica de baldosas catalanas y muebles totalmente personalizados hechos por artesanos locales.
Cada una de las 38 habitaciones, incluidas 10 suites, combina confort y sofisticación. Muchas de las amplias habitaciones disponen de espacios privados para el descanso, el trabajo y el bienestar: grandes camas y vestidores dan a menudo a zonas de estar o terrazas. Destacan la Privilege Terrassa, un lujoso espacio con terraza, solárium y ducha exterior con vistas al mar, y la Pool Suite, equipada con piscina privada. La joya de la propiedad es la Suite La Torre, ubicada en la torre original de la casa. Distribuida en tres niveles, con terraza, vistas de 360 grados y ducha exterior, puede alojar cómodamente hasta cuatro personas. Sea cual sea la habitación, los baños de cerámica blanca contrastan elegantemente con los elementos de madera, que evocan las barcas menorquinas, una embarcación típica catalana, y los singulares peces de artistas locales en las paredes.
En el corazón de la Finca Victoria hay zonas comunes en torno al claustro original de la casa. Éste ha sido reconvertido en el restaurante Al Kostat del Mar, mientras que en las inmediaciones se encuentra un segundo espacio gastronómico, una zona wellness y una piscina. Dirigido por el chef Jordi Vilà, galardonado con una estrella Michelin, Al Kostat del Mar ofrece una experiencia gastronómica de alta cocina basada en los auténticos sabores de la cocina catalana, elaborados con precisión y un toque de improvisación. Diseñado para compartir, el menú rinde homenaje a los ingredientes locales y se centra en la cocina a la brasa, con parrillas integradas en los arcos de piedra del claustro. En el Cala Bar, situado en el vestíbulo y el vestíbulo central y también dirigido por Jordi Vilà, los huéspedes pueden disfrutar de ostras con Bloody Marys o pasteles recién hechos a cualquier hora del día. Ya sea en el comedor exterior o al aire libre en el claustro, visitantes y lugareños se dan cita en ambos espacios gastronómicos, donde la alegría de compartir se celebra en torno a una mesa y las conversaciones se prolongan hasta bien entrada la noche.
Los que busquen experiencias más íntimas pueden relajarse en la piscina exclusiva para huéspedes, donde la piscina original de la casa está rodeada de tumbonas hechas a medida, neveras personales y dos zonas de sombra con amplios sofás, los lugares ideales para disfrutar de una bebida ligera del menú informal del Pool Bar. Cerca, la zona de bienestar, con sauna, jacuzzi, gimnasio y dos salas de tratamiento, ofrece un remanso de paz para renovarse y relajarse. Además, a poca distancia del hotel, los huéspedes pueden descubrir La Caseta del Mar de Finca Victoria, un exclusivo club de playa donde se sirve champán frío y ostras frescas, con toallas, sombrillas y palomeras a su disposición.
‘Nuestras raíces familiares siempre han dado gran importancia a la hospitalidad: desde largas conversaciones alrededor de una mesa hasta experiencias únicas alrededor del mundo’, dicen los hermanos Serra. ‘Con esta vocación, queremos darlo todo a nuestros huéspedes, cuidándoles y haciendo que no les falte de nada’. Siguiendo este espíritu, en Finca Victoria nuestros huéspedes encuentran algo más que un hotel: son recibidos en un refugio mediterráneo atemporal, donde pasado y presente se entrelazan, y cada estancia se siente como volver a casa.