A medida que el sol calienta la tierra, las flores se abren en una explosión de colores vivos, que tiñen los campos y los bosques de la Costa Brava y el Pirineo de Girona con una paleta infinita de tonos que cautivan los sentidos. Es como si la naturaleza, después de haberse mantenido en reposo durante el invierno, hubiera estado esperando con impaciencia este momento para mostrar toda su belleza, en una sinfonía visual y olfativa que transporta a lugares de calma y serenidad.
Pero la primavera no solo se ve y se respira, también se siente. Los pájaros, después de meses de ausencia o silencio, vuelven a llenar los humedales con sus cantos alegres. Los ríos que bajan el agua de las montañas del Pirineo reflejan los primeros rayos de sol que danzan sobre sus aguas. El viento, a veces ligero y cálido, y otras soplando con fuerza de tramuntana, acaricia la piel con una suavidad que te obliga a cerrar los ojos para sentirlo con mayor intensidad.
Anna Pla-Narbona
Es una estación que despierta no solo a la naturaleza, sino también a los corazones. Las ganas de salir, de moverte, de vivir con más intensidad, comienzan a crecer dentro de ti. Es el momento de hacer realidad aquellos proyectos que parecían dormidos durante el invierno, de empezar a disfrutar de los días más largos que parecen ofrecerte más tiempo para soñar, para crear, para ser.
A medida que nos acercamos al final de marzo y avanzamos hacia junio, la primavera celebra constantemente la vida. Es como si todo el paisaje se preparara para el abrazo cálido del verano. El sol, que cada día se eleva más alto, hacia el cielo, pinta horizontes de un azul más intenso, invitando a navegar por el Mediterráneo. Y los colores vivos de la naturaleza empiezan a llenar de vida incluso los rincones más escondidos de los vestigios de antiguas civilizaciones que han visto pasar miles de primaveras.
La primavera es la estación de las segundas oportunidades, del renacimiento, de la renovación. Es un momento para recordar que, después de cada invierno oscuro siempre hay un estallido de vida, lleno de luz, de color y de esperanza.