La grandeza de un territorio no está en sus dimensiones, sino en la vida que concentra. Y pocos destinos en el mundo proponen tantos contrastes y sabores como la Costa Brava y el Pirineo de Girona. Un pequeño pedazo de tierra con luz propia y una personalidad magnética. Los Pirineos que caen sin complejos en el mar, bosques ancestrales, calas recónditas y caminos de ronda. Vestigios antiquísimos y genios contemporáneos: el pincel de Dalí, la pluma de Pla, la mesa de los hermanos Roca. La comunión entre el hombre y la naturaleza se respira en todos lados: tramontana y vinos con carácter, la magia de la gastronomía y un precioso tejido de artesanos, guardianes del ayer, que preservan la identidad más profunda y arraigada. Un pequeño universo para descubrir a base de experiencias y vivirlo en exclusiva con nosotros: Club Unique Premium.

Las emociones intensas nos acompañan de por vida. Es así. El cuerpo tiene memoria y se nutre de aquellos pequeños grandes instantes que nos conmueven: cuando divisar un paisaje nos eriza la piel y conectamos con un todo que no puede explicarse con palabras. Una sobremesa eterna mientras cae el día. El tiempo parece pararse y de golpe sucede: el momento presente es lo único importante, lo único que tenemos verdaderamente, y debemos disfrutarlo sin filtros ni reservas. Debemos abrir nuestros sentidos al máximo y dejar que la Costa Brava y el Pirineo de Girona nos inoculen su energía única. Solo así podemos garantizar que nuestro territorio pueda obrar su magia y formar parte de ti, para siempre.

Dejar que las horas pasen alrededor de la mesa, sin prisas, degustando los productos locales entre viñedos; salir a nevagar y fondear en una cala solitaria; descubrir espacios vírgenes donde el mar y la roca se abrazan con permiso de unos pinos imponentes. Comida erizos, apenas cosechadas, a pie de playa. Alquilar un coche deportivo y recorrer el Cap de Creus. Practicar el swing en un recorrido con encanto y caminar entre volcanes en la Garrotxa. Sentir la tramontana en el cuerpo. Descansar en una antigua masía reformada en hotel-SPA y cena en un restaurante brillante donde el producto lo es todo. Reír y emocionarse. Admirar el trabajo meticuloso de los artesanos y entender porque hay cosas que no pueden desaparecer nunca.

La provincia de Girona está perfectamente delimitada por los Pirineos al norte y el Mediterráneo al este. Su capital está situada en un punto de paso estratégico, a 100 kilómetros de Barcelona y de Perpiñán. Con aeropuerto propio, tres puertos importantes en Blanes, Palamós y Roses, y diferentes vías de entrada a Francia, Girona y su provincia son el hogar de la Costa Brava y de los Pirineos Orientales.